Para poder comenzar a cambiar nuestros hábitos y tener una vida más sostenible, primeramente es necesario conocer y medir nuestro consumo y la emisión de gases GEI que estos generan en el ambiente. Para ello te invitamos a que leas este post, calcules tu huella y una vez que obtengas el resultado, comiences a trabajar para reducirla!
¿ Qué es la Huella de Carbono?
El ambiente es una de las principales preocupaciones en la sociedad actual y por ello se generan nuevas normativas y nuevos términos técnicos que se deberían definir correctamente. La huella de carbono es uno de estos nuevos términos que cada vez están más presentes en nuestra actividad.
Se trata de un indicador ambiental clave, que refleja los gases emitidos por un individuo o empresa. Estos gases que se acumulan en la atmósfera son lo que producen el efecto invernadero. Por lo tanto, podemos decir que la huella de carbono es la cantidad de emisiones, de gases de efecto invernadero (GEI), que produce el ser humano al fabricar un producto o realizar sus actividades diarias, es la huella que deja nuestro paso en el planeta. Se expresa en toneladas de CO2 emitidas.
Así, cada uno de nosotros deja una huella de carbono en el planeta según el consumo y tipo de hábitos que realicemos día a día. Nuestra alimentación, cómo realizamos las compras diarias, qué consumo energético hacemos, qué medio de transporte utilizamos. Por tanto, es esencial comprender el significado de este indicador y lo importante que es reducir la huella del ser humano al máximo, empezando por cada uno de nosotros en nuestra vida y hábitos diarios.
¿Cómo saber cuál es nuestra huella de carbono?
Para saber cuál es exactamente la huella de carbono que cada uno dejamos al planeta, las “calculadoras” de huella de carbono se encargan de valorar nuestros hábitos en cuanto a consumo de energía: en el hogar (electrodomésticos, etc.), en el transporte (cuánto consume el coche, cuántos km realizamos, etc.) y en los hábitos de consumo o residuos (si consumimos alimentos ecológicos o de producción cercana, envasados, si reciclamos, etc.).
En unos cuantos clics, obtendremos un completo perfil de nuestro impacto sobre el planeta y algunas recomendaciones para reducirlo. También averiguaremos si somos personas de uno, dos, tres… o más planetas. Si nuestra huella fuera de un solo planeta Tierra, sabremos que nuestro estilo de vida se podría generalizar a toda la humanidad a largo plazo es decir, que es sostenible.
Si quieres saber cuál es tu Huella de Carbono te invitamos a que respondas honestamente las preguntas de la calculadora a continuación.
¿Cómo reducir nuestra huella de carbono?
Ahora que ya conoces el resultado de tu huella puedes mejorar aquellas facciones de tu vida que tienen más carga para el planeta.
Reducir el consumo, en líneas generales, siempre es lo más eficiente para ahorrar emisiones al planeta, mejoras los hábitos alimenticios, reducir la adquisición y el uso de productos, reutilizar y reciclar, es la mejor vía para ello. Las famosas 7 erres de la sostenibilidad, son la guía para reducir la huella de carbono.
A continuación te dejamos unas ideas para que comiences con la reducción de tu huella.
1. Consume productos locales
Al consumir productos locales se evitan traslados grandes de mercancías y se disminuye la huella de carbono, se genera el comercio justo y se mantienen activas las tierras agrícolas de nuestra localidad.
2. Utiliza bolsas de tela cuando vayas al supermercado
Las bolsas de plástico tardan alrededor de 150 años en degradarse. A estas alturas, todos sabemos que uno de los mayores enemigos del planeta y los ecosistemas son los desechos plásticos. Cuando vayas al supermercado, puedes utilizar una mochila o bolsas de tela o que además de ser reutilizables, son más resistentes.
3. Rechaza botellas de plástico
En lugar de comprar botellas de plástico, utiliza termos o botellas de vidrio que puedas lavar y reutilizar miles de veces, ayudando así miles de veces al planeta. Seguramente, te ahorrarás mucho pero mucho dinero.
4. Reduce la ingesta de carnes
Las heces y gases de las vacas y otros animales considerados carne roja, liberan más gases (metano) que todos los transportes del mundo juntos. No es necesario que un ser humano consuma tanta carne roja, en realidad podría tener una dieta basada en plantas bien balanceada para mantenerse sano.
Si decides comer carne de res, lo mejor para ti y el planeta es que el animal haya sido alimentado por hierbas de pastizal nativo, pues de esta manera se producen menos emisiones, lo cual es mejor tanto para el animal, como para el ecosistema, como para ti como consumidor.
5. Recuerda las ley de las R´s
Ten presentes estos preceptos antes de adquirir algún objeto que podría permanecer contigo sólo unos minutos y en el planeta cientos o miles de años. Antes de arrojar algo a la basura, considera si podría tener otro destino antes de acabar con su ciclo de vida útil.
6. Mantén tu automóvil en buen estado
Si cuentas con un auto, más vale que le des mantenimiento de manera regular, sólo de esta manera generará menos emisiones de gases de efecto invernadero. Además considera utilizarlo sólo si es necesario.
7. Viaja en bicicleta o transporte público
Si tienes la posibilidad de no utilizar el automóvil, pues tu destino no es muy lejano, viaja en bicicleta o patines, y si el transporte público de tu ciudad lo permite, haz uso de él cuando sea posible. Además de reducir tu huella de carbono, beneficias a tu mente y cuerpo.
8. Reemplaza los focos de luz regulares por ahorradores
Aunque ya es raro encontrar focos no ahorradores en las tiendas, procura siempre utilizar focos ecológicos, ahorran más de dos tercios de la cantidad de energía que los estándares y gastarás menos en tu cuenta final. Sólo asegúrate que los focos fluorescentes que compres contengan una baja cantidad de mercurio.
9. Desconecta los electrodomésticos que no utilizas
Es muy común ver las oficinas con docenas de cargadores conectados a la corriente eléctrica sin un aparato electrónico que esté aprovechando la energía que indudablemente está transformando. Evita los llamados "vampiros de energía", recuerda que cuando un cargador está conectado a la corriente aún sin proporcionar corriente a algún aparato, éste está consumiendo energía al transformarla.
10. Mantén limpio tu refrigerador
El refrigerador también invierte energía al enfriar objetos innecesarios. Mantener el congelador con hielo y el exceso de envolturas y objetos genera una necesidad extra para potenciar la utilidad del aparato, por lo que se produce un gasto de electricidad mayor. Manténlo limpio y también pagarás menos en tu cuenta de luz.
11. Reduce y razona tu consumo de agua
El líquido vital es esencial para cualquier ser vivo, de toda el agua existente en el planeta, ni siquiera un 3 por ciento es agua dulce. En los países desarrollados toda la población tiene acceso a este beneficio, sin estar conscientes de la importancia del ahorro diario, pero hay lugares en donde acceder a ella es toda una hazaña. Toma baños cortos, utiliza la lavadora sólo cuando esté llena la carga, riega tus plantas en las noches, cierra la llave de agua al enjabonar los platos, arregla inmediatamente cualquier fuga de agua.
12. Opta por plantas nativas
Las plantas propias de tu localidad, están adaptadas para vivir en esas condiciones climáticas, lo que hace que requieran menos agua, se enfermen menos y demás. Además sus beneficios son mayores al absorber el CO2 del aire.
13. Utiliza fuentes de energía renovables
La opción de instalar paneles solares en tu hogar o empresa no es tan ideal ahora como hace algunos años. Este elemento es cada vez más accesible debido a su oferta en el mercado. Considera reducir tu gasto de energía en porcentajes casi totales ayudando al planeta.
14. Ten en cuenta programas locales de reciclaje y desecho en tu ciudad
En muchas ciudades existen Planes de separación y reciclaje de residuos y cooperativas de recolectores que se encargan de gestionar los residuos secos, aparatos eléctricos y electrónicos, las baterías o desperdicios de materiales tóxicos. Segrega correctamente estos residuos para darles una nueva oportunidad.
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