Hoy queremos hablar de estos tres términos que muchas veces son utilizados como sinónimos, sin serlo. Si te interesa conocer más sobre cada uno, sus diferencias y consecuencias, no dejes de leer este artículo.
Así como lo hacemos en nuestro Curso de Experto en Educación Ambiental comenzaremos hablando del Efecto Invernadero.
¿QUÉ ES EL EFECTO INVERNADERO?
El Sol es la principal fuente de energía para la Tierra y, dada su temperatura de alrededor de 5 500°K, la radiación que emite es principalmente de onda corta. La atmósfera terrestre es casi transparente, esto es, no refleja este tipo de radiación, con excepción de las nubes, la nieve y el hielo que son reflejantes. De toda la radiación que llega a la capa exterior de la atmósfera, sólo el 70% alcanza a calentar la superficie.
Las ondas cortas de alta energía de la radiación solar que se emiten desde el Sol, llegan a la Tierra. Sólo una fracción de esas radiaciones entrantes es reflejada por la atmósfera hacia el espacio; sin embargo, la mayor parte de esa radiación entrante alcanza a pasar a través de la atmósfera absorbiéndose como calor. La Tierra se calienta y, como cuerpo caliente, emite radiación de onda larga (alrededor del infrarrojo) o radiación térmica.
La radiación infrarroja pasa entre la atmósfera, pero en lugar de ser irradiada hacia el espacio, mucha de ella se absorbe por la atmósfera y la vuelve a radiar hacia la superficie.
Este fenómeno ocurre a causa de que los gases componentes de la atmósfera, conocidos como gases invernadero como el vapor de agua, bióxido de carbono, metano y óxidos nitrosos son capaces de atrapar parte de esa radiación infrarroja que sale desde la superficie de la Tierra para reenviarla en todas direcciones.
De esta manera los gases atmosféricos o de invernadero actúan como un filtro en un solo sentido, permitiendo pasar la energía solar, pero no permite al calor infrarrojo que se escape a la misma velocidad. Este proceso es parecido al que se da en los invernaderos de la agricultura que se usan en las estaciones frías, pues dejan pasar la luz del Sol, pero detienen, en parte, la radiación de calor de las ondas largas que tratan de disiparse.
Aún en un día muy frío sólo se necesita que brille el Sol, para que en un invernadero la temperatura sea más cálida que en el exterior.
Como resultado de este complejo de radiaciones, hay más energía disponible en la Tierra, lo cual es causante de la elevación de la temperatura cercana a la superficie, y puesto que un objeto a mayor temperatura produce más energía, se irradia más de esta hacia el espacio hasta compensar la que llegó del Sol, con el fin de lograr un equilibrio a largo plazo.
Si no existiera una atmósfera con gases de efecto invernadero, la temperatura promedio sería alrededor de 35°C más fría y, a no ser por el efecto invernadero natural de la atmósfera, la temperatura global promedio sería de alrededor de 17°C bajo cero. Existe un equilibrio natural que no permite que la temperatura sea demasiado alta ni baja. Sin embargo, se ha demostrado que la intervención de la humanidad al emitir y acumular excesivamente gases provenientes de la combustión en automóviles, industrias e incendios, altera esos equilibrios naturales llevándonos a un calentamiento que no sólo tiene efectos en los lugares que se producen, sino que se extienden a todo el resto del mundo, es decir, alcanzan una dimensión verdaderamente global.
El gas de invernadero mejor conocido es el dióxido de carbono (CO2). El dióxido de carbono es exhalado por los seres vivos, incluyendo a las plantas. Son las plantas las que, a su vez, vuelven a tomar dióxido de carbono para realizar la fotosíntesis. Una pequeña cantidad de dióxido de carbono es necesaria para la vida en la Tierra. Sin este gas la Tierra sería demasiado fría como para poder sostener a los seres vivos, y además, las plantas no tendrían el insumo necesario para fotosintetizar. Por otra parte, un exceso de dióxido de carbono causaría un sobrecalentamiento de la Tierra.
Este exceso de dióxido de carbono lo produce el ser humano como consecuencia de sus actividades donde se consumen combustibles como la gasolina, gas doméstico, diesel, el carbón mineral y la leña, además de las quemas de basura y rastrojos de la agricultura.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera está aumentando inexorablemente. Se calcula que en 1850, la concentración de este gas era de 250 partes por millón ppm). En el año 2004 se calculó que llegaba a 376 ppm. Esta concentración sigue aumentando, pues en el 2020 alcanzó las 416 ppm.
Este aumento de la concentración es resultado de que la humanidad entera lanza a la atmósfera 22 mil millones de toneladas de CO2, equivalentes a seis mil millones de toneladas de carbón puro, cada año.
Además del CO2, existen otros gases invernadero, entre ellos se cuenta a los CFC’s que son los mismos que ya se mencionaron en la destrucción de la capa de ozono, al metano (gas natural CH4), al ozono troposférico y a los óxidos de nitrógeno (NOx).
El metano está presente en la atmósfera en una proporción de la quinta parte de CO2, sin embargo, es cerca de 30 veces más eficiente para capturar calor radiante. Es un gas de ocurrencia natural que ha estado presente en la superficie terrestre desde su formación. El metano es producido por varias fuentes, entre las que se pueden mencionar a las bacterias metanógenas. Se produce metano en las minas. Las termitas también producen metano y muchos animales, como los rumiantes lo producen en el tracto digestivo. Entre más vacas se reproduzcan y se engorden en el mundo, más metano se producirá cuyo destino es la atmósfera.
Comparativamente, los gases de óxidos nitrosos son los que existen en menor proporción, sin embargo, no son despreciables pues son los que producen la lluvia ácida. Los óxidos de nitrógeno son formados en la descomposición de fertilizantes químicos, cuando se quema el carbón mineral y al quemar cualquier combustible.
En conclusión, se puede concluir que los científicos que han estudiado este problema no tienen duda de que el calentamiento global es real y que cambiará la distribución de los recursos en la Tierra. No hay duda, además, de que la concentración de los gases invernadero está incrementándose dramáticamente a causa de las actividades del hombre. Estos gases invernadero atrapan el calor que puede incrementar la temperatura de la superficie terrestre. También se reconoce que cuando la Tierra se calienta, el calentamiento es desigualmente distribuido, pues en las altas latitudes se calienta más que en las bajas latitudes y, el cambio menor se da en el ecuador. Si el aumento de la temperatura es suficientemente grande, el nivel del mar seguramente se elevará debido a la expansión térmica de los océanos y probablemente por el deshielo de los casquetes polares. Se predice que el nivel del mar aumentará cuando menos unos 48 centímetros para el año 2100, lo cual tendría efectos desastrosos en los asentamientos humanos por inundaciones y en muchos ecosistemas.
AHORA HABLEMOS DE CALENTAMIENTO GLOBAL...
El calentamiento global es el aumento a largo plazo de la temperatura media del sistema climático de la Tierra. Es un aspecto primordial del cambio climático actual, demostrado por la medición directa de la temperatura y de varios efectos del calentamiento.
Al tiempo de que la Tierra se caliente, los patrones climáticos pueden alterarse y en algunos lugares estas condiciones climáticas pueden convertirse en violentas. Las corrientes de aire frío pueden desplazarse de tal manera que, regiones que han sido tibias pueden experimentar olas de fríos y tormentas invernales. Las masas de aire frío son desplazadas desde el ártico.
La circulación atmosférica en corto tiempo es lo que llamamos el estado del tiempo, y el clima es causado, a largo plazo, por el calentamiento diferencial de las masas de aire de la superficie de la Tierra. Al ser retenido mayor cantidad de calor, más aire se moverá a través de la superficie de la Tierra, produciendo vientos, choques de calor y frentes fríos y generalmente más violentas las condiciones del tiempo. Los huracanes, tornados y otras tormentas peligrosas pueden incrementar su intensidad. No sólo cambiarían los patrones de circulación atmosférica, sino las corrientes del océano se modificarán.
Es importante mencionar que la mayor parte del calentamiento global se ha dado en los últimos 35 años, coincidiendo con el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero por parte del hombre, según ha señalado la NASA.
¡Y FINALMENTE LLEGAMOS AL CAMBIO CLIMÁTICO!
Podríamos definir al Cambio Climático como la variación en el estado del sistema climático terrestre, formado por la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y la biosfera, que perdura durante periodos de tiempo suficientemente largos (décadas o más tiempo) hasta alcanzar un nuevo equilibrio o lo que llamamos homeostasis.
Demás está decir que estos cambios drásticos tienen consecuencias de iguales características; afectan directamente a la humanidad en su totalidad y a la biodiversidad, la cual ya se encuentra amenazada por la actividad humana y, ahora, además, se suman los efectos del calentamiento de la Tierra.
Muchas especies de plantas y animales viven dentro de un reducido margen de temperatura y humedad. Como el calentamiento global modifica sus hábitats, es difícil esperar un proceso de adaptación inmediato o, en su defecto una migración suficientemente rápida de especies. En caso contrario, muchas especies de plantas, animales y hongos no resistirán.
Los ecosistemas costeros como los manglares, arrecifes de coral, playas, estuarios, y otros, se afectarían significativamente, ya que un alza en el nivel del mar inundaría las áreas de humedales costeros, causaría un aumento en la erosión costera y salinizaría las aguas en la parte baja de los ríos y en los acuíferos costeros. Las edificaciones muy cercanas a la costa podrían verse afectadas por la acción del oleaje, que podría socavar sus cimientos. Los arrecifes de coral, cuya función es la de proteger a los manglares y playas del oleaje y la erosión costera, quedarían a mayor profundidad bajo el mar.
También se afectaría la entrada de luz solar hasta el fondo del arrecife, afectando así los procesos de fotosíntesis de especies esenciales para la vida del coral, así como su capacidad para detener el oleaje y evitar que impacte la costa.
En los ecosistemas terrestres, debido a la evaporación de agua de la superficie del terreno y al aumento en la magnitud y frecuencia de lluvias e inundaciones, los suelos se tornarán más secos y perderán nutrientes con mayor facilidad al ser removidos por los escurrimientos. Esto cambiaría las características del suelo, haciendo necesario que los agricultores se ajusten a las nuevas condiciones. La necesidad de recurrir a la irrigación será esencial durante las épocas de sequía, que debido a la evaporación serán más comunes que en el presente. Las temperaturas más elevadas también propiciarán la reproducción de algunos insectos como la mosca blanca que causa enfermedades de plantas y afectan su producción.
Como consecuencia debido a los cambios climáticos y a los cambios en los ecosistemas terrestres, la vegetación característica de cada región se verá afectada. Los bosques de pinos se desplazarán hacia latitudes más altas, la vegetación tropical se extenderá sobre una franja más ancha de la superficie terrestre, y la flora típica de la tundra y la taiga ocuparán un área más reducida. Como consecuencia, al alterarse la vegetación característica de muchas reservas naturales, así designadas para proteger el hábitat de especies amenazadas, estas reservas podrían dejar de ser el hábitat ideal para las mismas, ocasionando su extinción.
De igual manera, al ocurrir el proceso de desertificación en algunas áreas también se destruirá el hábitat de muchas especies, causando su extinción. En cuanto a los hábitats acuáticos, al aumentar la temperatura de los cuerpos de agua superficiales la concentración de oxígeno disuelto presente en los mismos se reducirá. Esto hará que algunas de las especies acuáticas no puedan sobrevivir bajo estas condiciones, causando su eliminación en dichos cuerpos de agua. De afectarse los estuarios y manglares por el exceso de salinización y el oleaje, muchas especies de animales que inician su vida allí tampoco subsistirán.
En resumen el Cambio climático está produciendo:
Deshielo y aumento del nivel del mar.
Condiciones meteorológicas extremas y aumento de las precipitaciones.
Consecuencias más graves para los países en desarrollo.
Peligros para la salud humana.
Costes para la sociedad y la economía.
Riesgos para la naturaleza.
EN CONCLUSIÓN...
Podríamos resumirlo de forma simplificada diciendo que, las actividades antrópicas actuales agravan el Efecto Invernadero que la atmósfera naturalmente posee, lo que produce el aumento de la temperatura global del planeta ( Calentamiento Global) generando cambios drásticos y condiciones meteorológicas extremas ( Cambio Climático) que ponen en jaque a los ecosistemas y como resultado a la biodiversidad en su conjunto y a la humanidad.
Gracias por haber llegado hasta el final de este artículo!!! Esperamos que haya sido de utilidad para que sigas aprendiendo sobre ciencias ambientales y tomando mejores decisiones en el futuro.
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